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Crece la comunidad voluntaria en Puerto Rico


En el Centro para el Desarrollo del Voluntariado (CDV) se han registrado más de 3,000 voluntarios nuevos, luego de los huracanes que pasaron por Puerto Rico el pasado año.

La capacitadora y adiestradora del CDV, Génesis Medina, expresó que “por lo general en Puerto Rico no existe la cultura del voluntariado. En escuela superior obligan a los estudiantes a cumplir con ciertas horas, cuando en realidad hay que educar a los niños desde pequeños para servir y ayudar a otros de corazón.” Añadió que las personas no se motivan a hacerlo, muchas veces por falta de información, mientras que otros tienen el anhelo, pero desconocen a dónde ir y con quién hablar.

Es por esto que, en 2007, se creó el Centro para el Desarrollo del Voluntariado como un esfuerzo multisectorial, con el fin de promover el servicio voluntario a nivel nacional, profesionalizar a las organizaciones sin fines de lucro y corporaciones para tratar correctamente a los voluntarios, y sistematizar construyendo una base de datos de voluntarios en la plataforma “Hands On Connect”.

A través de este sistema, las personas pueden registrarse y tener acceso a cientos de organizaciones alrededor de todo el país, y estar al tanto de las diferentes actividades en las que pueden ser voluntarios.

“Lo que ha vivido Puerto Rico en los últimos meses con los huracanes, ha creado un interés en la comunidad, en el gobierno, en las corporaciones de poder ayudar. Ahora se pasan llamando a la oficina con todo esto de María y dicen ¿dónde puedo ser voluntario?”, afirmó Medina quien admite que este aumento en tan poco tiempo “no es normal” y el CDV “ha aprovechado este momento” para explotar sus servicios y su plataforma.

Las razones por las que una persona se vuelve voluntario son distintas, pero normalmente se reúnen en que: quieren apoyar una causa, sienten una satisfacción personal, o quieren formar parte de la comunidad ayudando a las personas.

Este es el caso de Joshua Fernández, un joven que, a su corta edad, decidió viajar a Panamá como voluntario del Proyecto “Más Luz”, a llevar alimentos, ropa y juguetes a las comarcas indígenas de los Ngäbe-Buglé y los Guna Yala. “Esa experiencia me cambió la vida y me hizo ver que nosotros lo tenemos todo, somos ricos. Lo menos que podemos hacer es brindar un poco de nuestro tiempo para ayudar a los que nos necesitan”, manifestó.

Génesis Medina del CDV, aseguró también que aparte de todos los beneficios personales que tiene para un individuo el hacer voluntariado, al momento de buscar empleos “muchas veces los patronos se fijan más en el servicio voluntario que la persona ha brindado porque ha dado muchas horas de servicio porque le gusta, porque le apasiona, porque tiene un interés de ayudar, de aprender, de trabajar, y eso profesionalmente llama la atención”.

La adiestradora hizo un llamado a formar parte de la red de voluntarios y enfatizó que “muchas veces decimos que queremos cambiar el mundo y eso prácticamente es imposible, pero lo que si me enseñaron es que uno puede cambiar el mundo de una persona”.

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